jueves, 1 de abril de 2010

Rurrenabaque:


Cómo transformarse en un
destino turístico sostenible

Construir gobernabilidad, alcanzar una visión compartida de desarrollo, transparentar el manejo de los recursos públicos, generar espacios de participación y control social y reinvertir inteligentemente los ingresos municipales son las claves de un proceso que no asoma sencillo, pero tampoco inalcanzable. Los municipios de esta zona de fauna y flora exuberantes descubrieron que los árboles valen más vivos que muertos.



Un buen día, las autoridades y pobladores del Destino Rurrenabaque, ubicado en el norte amazónico boliviano, se dieron cuenta que mostrar sus árboles al turista en toda su exuberancia redituaba mucho más que cortarlos y venderlos como madera, actividad que hasta ese día era la base de su economía. Vieron que los árboles valen más vivos que muertos.
Esta decisión inyecta hoy a la economía regional aproximadamente 5 millones de dólares por servicios que se brindan a unos 50 mil turistas que anualmente visitan la zona para observar o fotografiar animales exóticos en su hábitat natural, bañarse con los bufeos o delfines de sus ríos, o disfrutar de un paseo por el monte. Allí se practica el ecoturismo.
“Hace diez años el municipio vivía de la explotación de la madera. Cantidades enormes de camiones salían de Rurrenabaque a La Paz llevando madera para comercializarla; eso daba movimiento económico al pueblo, pero no de manera sostenible. Entonces, a corto plazo solucionaba los problemas, pero a mediano y largo plazo se profundizaban los problemas”, afirma Yerko Nuñez, alcalde de “Rurre”, nombre corto de la zona que dio pasos importantes en la asimilación del concepto y la práctica del turismo sostenible.
Este Destino comprende los municipios de San Buenaventura, Apolo e Ixiamas de la provincia Iturralde de La Paz, y Santa Rosa del Yacuma, Reyes, San Borja y Rurrenabaque de la provincia José Ballivián de Beni. Ha sido privilegiado, pues ha recibido un valioso apoyo institucional a través de leyes que lo declararon Patrimonio Turístico Nacional (2003), y Centro Ecoturístico y Zona Prioritaria de Desarrollo Turístico (2005). El más reciente aliciente es el compromiso gubernamental de construir un moderno aeropuerto, que sin duda elevará el desarrollo turístico de la zona.

ECONOMÍA EN EBULLICIÓN
El impacto del turismo se refleja en la generación de más de 500 empleos directos relacionados con el hospedaje, la gastronomía (provisión y producción de alimentos) y el transporte (hay como 300 “mototaxistas”) y muchos más indirectos vinculados al comercio, la artesanía, campamentos, lavanderías, surtidores, farmacias, médicos, motoristas, pescadores, carpinteros, albañiles, entre otros.
La gestión del Destino intenta aproximarse a la definición de turismo sostenible de la Organización Mundial de Turismo: “se concibe como el turismo que propicia a una gestión de todos los recursos de manera que permita satisfacer las necesidades económicas, sociales y estéticas, manteniendo al mismo tiempo la integridad cultural, el proceso ecológico esencial, la diversidad biológica y los sistemas para sustentar la vida”.

GOBERNABILIDAD, EL DIFÍCIL CAMINO
La tarea no fue simple ni corta. Requirió de tiempo, negociaciones y renunciamientos a favor del bien común en temas sustanciales para llegar a lo que muchos municipios aspiran: identificar la vocación productiva del lugar, construir una visión compartida en base a consensos, comprometer la voluntad política de los múltiples actores involucrados, ampliar la participación ciudadana, transparentar la gestión municipal, efectivizar alianzas estratégicas con y entre actores públicos y privados; es decir, afianzar el anhelo de todo alcalde: gobernabilidad.
¿Cómo lo hicieron? El comienzo de esta historia se ubica en el año 2000, cuando se crearon el Parque Nacional Madidi y la Reserva Pilón Lajas, que frenó la tala indiscriminada. Desde la recién creada Dirección de Turismo del gobierno municipal se materializaron alianzas estratégicas con el gobierno departamental y la Cooperación Internacional, factor este último muy importante para la etapa más responsable con el medio ambiente que se iniciaba.
“No puede haber turismo sostenible si no hay planificación en el gobierno local y si no hay un manejo transparente de los recursos municipales. A partir de eso hemos creado confianza (…) como la gente participa y sabe en qué se administra sus recursos, la gente misma sale a apoyar al alcalde y le da su respaldo, más allá de los intereses políticos”, afirma el joven alcalde reelecto, que en su momento tuvo que lidiar contra el voto constructivo de censura.
“Eso se hace con planificación, con la participación de la ciudadanía en su desarrollo y viendo ellos que sus recursos que pagan sus impuestos contribuyen a la inversión en infraestructura y de lo que es la actividad turística”, agrega.
Se hicieron caminos vecinales, corrales, bretes y pozas de agua para los ganaderos, se construyeron sistemas de electrificación con paneles solares y otros proyectos.
En estos diez años, gracias a la prosperidad alcanzada con el turismo, afirma Núñez, “gran cantidad de gente ha dejado de vivir en los índices de pobreza más grandes” y el municipio “ha empezado a dar mejor calidad de vida a sus familias, y eso se construye con trabajo y esfuerzo entre los ciudadanos y su gobierno local”.

VISIÓN COMPARTIDA
El proceso incluye la identificación de los actores de la transformación, la asignación de roles y el establecimiento de mecanismos de participación ciudadana.
“Esto es como el fútbol”, grafica el alcalde: “No es posible ganar un partido si no se ponen todos la misma camiseta y contribuyen desde el lugar que están. Yo considero que la sociedad civil ha jugado el papel más importante, la gente que ha dejado de cortar madera, que ha dejado de vivir de la piel de animales y otras actividades, para abocarse al turismo. Creo que ellos son los principales”.
No olvida a los guías de turismo, a las agencias de viaje, la gente del pueblo, el empresariado, los campesinos, los indígenas. “Ellos son los principales actores. Nosotros desde el gobierno municipal los hemos apoyado y orientado”.
Pero como todo esto no es posible sin recursos, el burgomaestre destaca el apoyo de la cooperación internacional, de organizaciones no gubernamentales como Conservación Internacional, de la Agencia Estadounidense de Cooperación al Desarrollo Internacional (USAID), del Servicio Alemán de Cooperación Social-Técnica (DED), de la Cooperación Suiza (PADER-Cosude), “pilares fundamentales para fortalecer y apoyar lo que es la gestión municipal y la actividad turística de un gobierno municipal que ha decidido ser una población turística”.

PRIMER ÁREA PROTEGIDA MUNICIPAL
Entretanto, Santa Rosa del Yacuma, municipio beniano, posee el orgullo de haber constituido el primer Área Protegida Municipal en el río Yacuma, figura territorial hoy instituida en la nueva Constitución Política del Estado basada precisamente en esta exitosa experiencia. Con sus 610 mil hectáreas es la más extensa del mundo y es visitada anualmente por 16 mil turistas.
“Después de casi cinco años de gestión nos sentimos contentos porque hemos logrado mejorar en mucho la actividad turística, crear nuestra área protegida municipal, muy exitosa en el país y que tiene por finalidad fundamental conservar la naturaleza”, dice su alcalde Waldo Ayala Céspedes.
Pero la buena predisposición no basta, hace falta dinero, y eso no siempre hay. “Es algo nuevo. Significa destinar muchos recursos y no los tenemos todos. Hemos estado utilizando algunos recursos propios del municipio y otros de cooperación. Pero el desafío es ese, ¿no?, conseguir que la cooperación vea una experiencia exitosa, y cuando hay éxito en un lugar, por la gravedad misma cae el apoyo”, dice confiado Ayala.
La diferencia con las Áreas Protegidas Departamentales y Nacionales radica en que su gestión y manejo es eminentemente local y, por tanto, involucra a todos sus habitantes y estantes: comunidades campesinas, ganaderos, Comité de Vigilancia, Comité Cívico, operadores y guías de turismo, transportistas… “Es un área gestada desde abajo”, enfatiza la autoridad edil, “creo que ese ha sido el éxito. No es de escritorio, no es exclusivamente del alcalde o del concejo, es gestada con la ayuda, el apoyo, la conciencia de todos”.

UN PROCESO FACTIBLE
El proceso aún tropieza con dificultades como que algunas empresas no respetan la normativa y no hay controles ni cierres; o que los municipios no tienen atribuciones para normar ni castigar el incumplimiento de las normas; hay competencia desleal por precios, bajos y servicios de poca calidad; todavía la capacitación del personal es escasa y hay alta rotación del personal; también hay sobrecarga en los recursos turísticos y migración de animales por manipuleo excesivo; y los guías no reciben reconocimiento por un mayor nivel de capacitación ni cuentan con seguros médicos.
Pero está en marcha. De hecho están a punto de certificar a tres empresas como empresas sostenibles. El turismo no será sostenible ni exitoso en tanto los actores institucionales, empresariales y de la sociedad civil no compartan la misma visión de desarrollo y tengan gobernabilidad. El Destino Rurrenabaque muestra que sí es posible.


(RECUADRO)
PARTICIPACIÓN Y FISCALIZACIÓN

Las Naciones Unidas definen la buena gobernabilidad como un gobierno que “se basa en la participación, la búsqueda de consenso, la obligación de rendir cuentas, la transparencia, la sensibilidad, la eficacia y eficiencia, la ecuanimidad, la apertura y el respeto de la ley. Limita la corrupción y tiene en cuenta la opinión de las minorías y permite a los más vulnerables de la sociedad hacerse escuchar en la toma de decisiones. Responde igualmente a las necesidades actuales y futuras de la sociedad”.
En el caso de Rurre, se fortaleció el papel fiscalizador del Comité de Vigilancia, –“se los respeta”, dice Yerko Nuñez– proporcionándoles recursos económicos, y se motivó la participación de organizaciones que no están específicamente abocadas al control social como son las organizaciones campesinas e indígenas.
“Les invitamos a los cinco eventos que realizamos durante el año, que son las Cumbres y las EDA o Encuentros de Avance que se efectúan en febrero y junio”, donde el alcalde informa “qué se ha hecho, qué no se ha hecho de lo que la ciudadanía ha demandado”, es decir los avanzado en el marco del Plan Operativo Anual (POA).
En la Cumbre 1, que se realiza en septiembre, se informa de las actividades del año pero también se recogen las necesidades de la gente en base al Plan de Desarrollo Municipal. En la Cumbre 2 se hacen mesas de trabajo por distrito, donde en base a lo que han pedido –“que suma hasta 50 millones de dólares, cuando vamos a recibir 7”– y de acuerdo al techo presupuestario establecido por el ministerio de Hacienda, se priorizan y decantan las necesidades más importantes. En la Cumbre 3 “hacemos una fiesta entre todos; nos ponemos de acuerdo para hacer el POA, presentar al ministerio de Hacienda y el próximo año empezar a ejecutar”.
“Es un modelo de gestión participativa que mantenemos contacto la sociedad civil con las autoridades, invitamos al diputado de la zona, al Consejero, a todas las autoridades departamentales y nacionales para que sean veedores de este acuerdo que hay entre la sociedad civil y las autoridades legalmente constituidas”, afirma el alcalde Nuñez.
Hay que hacerlo desde abajo. A veces esperamos que se tracen líneas nacionales, políticas nacionales de turismo, que nos las existen; políticas departamentales, que no las existen. Si tenemos una potencialidad, hay que hacerlo desde abajo. Nosotros tenemos las competencias y hay que desarrollar las capacidades”, corrobora su homólogo Ayala.

ATRACTIVOS
Selva
Pampas
Centros urbanos
Comunidades
Proyectos productivos modelo
Pesca deportiva

PRODUCTOS

Senderos
Circuito de agroturismo y bicicletas


CIFRAS

· El 71 por ciento de los turistas prefiere visitar las pampas, y el restante 29 por ciento elige la selva.
· El 87% mostró su satisfacción por los servicios recibidos (tour, alojamiento, pueblo, alimentación), mientras un 10% estuvo disconforme y un 3% dijo no saber.
· El flujo de visitantes a la zona lo encabezan los turistas israelíes (26,1%), seguidos de los británicos (17,4%), australianos (6,3%), estadounidenses (5,7%), franceses (5,3%), bolivianos (4,8%), alemanes (4,5%), holandeses (4,3%), canadienses (2,9%) y suizos (2,8%). Otros, suma 19,4%.

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