martes, 1 de junio de 2010

Desastre ecológico en el Golfo de México


El derrame descontrolado de cinco mil barriles de petróleo diariamente al mar amenaza con convertir al accidente sufrido por uno de los pozos de petróleo de la British Petroleum en un desastre ecológico de proporciones, porque afectará a la biodiversidad y a los medios de vida de las personas de la zona. Para el presidente Barack Obama es un sacudón que debería inducir a “empezar a hacer la transición” a un modelo económico menos dependiente de este combustible.


Pensando en el impacto que tendrá en la sociedad estadounidense, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, comparó el desastre ecológico en el golfo de México con el atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, pues “el desastre va a cambiar nuestra forma de pensar sobre el medio ambiente y la energía en los años venideros”.
El accidente sufrido el pasado 21 de abril por la plataforma petrolera “Deepwater Horizon”, de propiedad de la compañía Transocean Ltd y la británica British Petroleum (BP), localizada a una profundidad de 1.600 metros y a 67 kilómetros de la costa de Louisiana, ocasionó que el pozo petrolero comenzara a verter al mar unos cinco mil barriles de petróleo diariamente, amenazando con convertirse en un desastre ecológico de magnitud si no se detiene a tiempo el derrame descontrolado.
Algunos expertos en el ecosistema costero de los Estados Unidos creen que si el hidrocarburo llegara al delta del río Mississippi acabaría con los humedales, de una profundidad menor a los dos metros, catalogados como los más importantes y extensos del país.
Otros, más optimistas, sostienen que por el momento la descarga de agua dulce del caudaloso río a la costa pudiera funcionar como barrera que evite la entrada del petróleo a la zona de los humedales y a las playas de Louisiana, donde los Estados Unidos garantizan el 80 por ciento de la pesca del país.

SIN SOLUCIÓN VERDADERA
Las corrientes marinas que provienen del Golfo de México dispersan la mancha petrolífera en una especie de bifurcación, en la cual una parte se desplaza hacia la costa de Alabama y la Florida y la otra hacia el norte de Texas, a pesar de que han sido colocados químicos dispersantes que pudieran disminuir el impacto de la tragedia ecológica al ecosistema de ambos países.
Sin embargo, la mexicana Adriana Quintero, directora de la Onda Verde, afirma que el millón de litros de dispersantes utilizados en tal acción puede afectar no sólo al personal encargado de la limpieza de la zona, sino, además, a las capas habitables más profundas del mar y a los arrecifes coralinos, por los compuestos que generan. Esas sustancias no desaparecen el petróleo, sólo provocan rompimientos en las partículas del crudo, de manera que puedan ser digeridos por microorganismos, que se reproducen por el fenómeno, de manera más fácil.
Mientras, el científico español Manuel Ferrer, quien descifró el genoma de una bacteria capaz de ingerir el petróleo, aunque no en la totalidad de sus componentes, dice que esos microbios sólo pueden actuar en la superficie marina.
El presidente Obama reconoció que el gobierno de Estados Unidos “no tiene tecnología superior a la de BP” ni a la de otras empresas petroleras en lo que se refiere a tapar el pozo y detener el escape.
“El hecho de que la fuente del escape esté sumergida a una milla de distancia donde no puede llegar ningún ser humano hace que sea enormemente difícil detenerlo, pero estamos aprovechando todos los recursos y todas las ideas, todos los expertos y todos los elementos tecnológicos posibles para detenerlo. Aceptamos ideas de donde sea que vengan, y vamos a detenerlo”, señaló el mandatario.

IMPACTOS SEVEROS
Si bien las guardias costeras de México y los Estados Unidos están colaborando y en alerta ante el fenómeno, la productividad de las costas, la pesca y las variaciones en el complejo ecológico de esa franja se verán afectadas, de manera severa, a lo cual se sumarían las afectaciones a la industria del turismo.
Más de 400 especies de animales, entre ellas numerosas aves migratorias, estarían en peligro.
Organismos ecologistas afirman que, durante años, se ha venido advirtiendo a las distintas administraciones de las consecuencias de la extracción petrolera en aguas profundas sin que se tomen medidas, lo cual evidencia nexos entre las petroleras y el gobierno. Ante esta sospecha, la Casa Blanca anunció que se creará un organismo independiente de vigilancia del sector petrolero.
Se han hecho conocer nuevamente los cuestionamientos sobre las fuentes de energía.
“Uno de mis mayores retos es que logremos extraer las lecciones correctas de este desastre”, afirmó Obama a los medios de su país y añadió que si bien no puede predecir si Estados Unidos será capaz de cambiar el modelo económico basado en el petróleo en los próximos años, “lo que toca ahora es empezar a hacer esa transición”.

COMPENSACIONES
La Casa Blanca sigue de cerca las acciones que British Petroleum ha emprendido para sellar el escape de su pozo mar adentro. En el esfuerzo para contener y limpiar los daños, el Gobierno estadounidense ha movilizado personal y recursos tanto del gobierno federal y gobiernos estatales como locales.
“Hasta el momento tenemos alrededor de 20.000 personas en la región trabajando día y noche para contener y limpiar el crudo. Hemos activado alrededor de 1.400 efectivos de la Guardia Nacional en cuatro estados. El Servicio de Guardacostas está allí. Tenemos más de 1.300 buques asistiendo en el esfuerzo de contención y limpieza”, declaró el presidente Obama hace poco.
Su administración estudia con BP la creación de un fondo especial para las compensaciones e indemnizaciones a los afectados, porque “van a producirse daños que nos van a partir el corazón al verlos. Los medios de vida de la gente de esta zona se van a ver afectados de forma dolorosa”.

(Con información de agencias)

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